La psicología positiva estudia el bienestar psicológico y la felicidad, así como las fortalezas y virtudes humanas. Desde un inicio, la psicología ha centrado sus esfuerzos y estudios en aspectos malos de la mente humana, como por ejemplo las patologías (estrés, ansiedad...), en cambio la psicología positiva focaliza sus estudios a otros aspectos de la mente más positivos (enfoque salutogénico) como la creatividad o el humor.
A finales de 1990, Martin Sleigman, un conocido investigador americano, se propuso crear una nueva corriente de la psicología que se enfocara en este tipo de ámbitos saludables. Para ello, contó con la ayuda de importantísimos investigadores tales como Mihaly Csikszentmihaly, director del Departamento de Psicología de la Universidad de Chicago.
Los precedentes de esta corriente psicológica lo marcan: Aristóteles, que dedicó parte de sus escritos a la eudaimonía, y algunos psicólogos humanistas como A. Maslow y C. Rogers. Además, se establecieron que los numerosos descubrimientos de la psicología positiva se harían gracias al método científico por lo cual, todos los descubrimientos tendrían una base donde respaldarse.
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